LA LUPA

EL CONFESIONARIO


Todas las mañanas antes de salir el sol lo primero que hacemos muchos de los colombianos es leer el periódico para nutrirnos de verdades, que más que un alimento revitalizante, energizante y proteico, está cargado de toxinas que descomponen el organismo, no sólo en la parte física sino en la espiritual.

¿Qué nos pasa? ¿Será que nos comerá el tigre y no vamos a hacer nada por defendernos? ¿A quién creer? ¿A quién acudir?
Lo que estamos viviendo traspasa cualquier límite en una sociedad dizque democrática. ¡Cuanta verborrea con hálito nauseabundo! ¡Uf! Corrupción descarada. Qué situación tan triste.
Nuestro sistema político, militar, gubernamental, en vez de ejercer las funciones específicas para las cuales han sido creados, se ha convertido en un confesionario por el que van pasando unos y otros casi sin excepción a “declarar y/o confesar los hechos”, de los cuales han sido partícipes. Anomalías, barrabasadas, descalabros, que van en detrimento de una nación que les ha otorgado investiduras para que a nombre de la justicia, equidad, equilibrio social y paz ejerzan sus funciones magnánimamente con total transparencia, honestidad y resonancia, en beneficio de todos.
Errores cometemos todos, pero ir pecando, empatando, lavando culpas no con agua bendita sino con el agua podrida que van almacenando al cometer día a día tantas fechorías, es haberse acogido a lo que dijo Heráclito de Efeso: “nadie se baña dos veces en el mismo río” y con ese cuentito “purgar” con aguas renovadas, nos tienen jodidos.
Colombia es el país de las misceláneas, se encuentra de todo como en botica, venden el alma al diablo, tiran a la tiña los dineros públicos, rifan los proyectos de leyes como en fiestas infantiles, sufren de amnesia temporal y si pudieran burlarse de la mamá, también lo harían.
Por eso es que el país no progresa, ya que su función principal se ha centrado en desmantelar no bandas sino bandadas de aves de rapiña y cardúmenes de pirañas que rapan y descuartizan a un pueblo advenedizo para ellos ( no lo respetan, no lo apoyan, no lo sacan adelante) que, subyugado bajo los efectos de hipnosis de brillo intenso que emana de las aureolas de santidad, pisotean sin remilgos al pueblo utilizando la estrategia de su ego en la necesidad de derrotar a otros con el fin de sentirse poderosos o importantes; de tener más y mejores juguetes (mansiones, carros, yates, haciendas) y acumular más trofeos, sus triunfos a costa de cualquier artimaña, ignorando que todas estas estrategias los alejan cada vez más de su paz interior y si no tienen paz interior para dar, son portadores de conflictos, guerras, insatisfacciones y desastres.
En el libro Ilustraciones Ilimitadas hay un escrito que nos sirve de parangón con nuestros gobernantes, nos quieren hacer ver una cosa y otra muy diferente es la realidad. “Una niña desarrolló un mal hábito. Siempre estaba mintiendo. En una ocasión, cuando le regalaron un San Bernardo para su cumpleaños, salió a la calle y les contó a todos sus vecinos que le habían regalado un león. La madre se la llevó a parte y le dijo:- Te pedí que no mintieras. Vete arriba y dile a Dios que lo lamentas. Prométele que no volverás a mentir. La niña subió al piso superior, rezó sus oraciones, y volvió a bajar. La madre le preguntó:- ¿Le dijiste a Dios que lo lamentas? La niña respondió:- Sí lo hice. Y Dios me ha contestado que a veces a él le resulta difícil distinguir entre mi perro y el león”.



LA LUPA
¿POR QUÉ LA PAZ ES TAN COSTOSA?
LIDIA CORCIONE



¿Qué la democracia cuesta mucho? ¿Qué la guerra cuesta? ¿Qué vivir en la pobreza tiene un precio muy elevado? ¿Qué la salud es un caos? ¿Qué los servicios públicos son un desastre? ¿Qué la consulta fue una inversión monstruosamente costosa e innecesaria? ¿Qué lo mínimo que necesita un ser humano es un techito?¿Qué la contaminación ambiental, auditiva y visual están acabando con el planeta tierra? Estas son unas cuantas de las muchas interrogantes que nos llevan a pensar reflexivamente hasta dónde ha llegado el valor de la integridad física y moral del ser humano. Asuntos preponderantes como estos van de la mano de un país que emana gases tóxicos de corrupción que son la negación a la equidad y justicia social a la que todos y cada uno tenemos derecho respaldados por una Constitución Política en su famoso pilar “Estado de derecho”, ejercido por unos hombres, que a la final, son gente como uno que izan su capa de fuero o investidura y nos arrojan gases lacrimógenos para continuar cegando y segando el panorama cada vez más árido sometiéndonos a las interminables ideas e ideales políticos en este abanico de partidos que nos ofrecen un cambio abrupto para este país que está hundido en el fango.
Nos muestran sus alas de arcángeles con propuestas ungidas con valeriana y así dar un giro de 360 grados ya que en la actualidad vivimos en el infierno. De papeles, palabras hermosas y atractivas estamos saturados desde hace largos años y cuando –esperanzados- votamos “democráticamente por el cambio” nos encontramos con la cruda realidad de que el barniz que los cubría se escarcha rápidamente mostrándonos al verdadero zorro.
Esto me hace recordar el famoso cuento infantil de la Gallinita trula que un día paseaba por el campo y le cayó una cáscara en la cabeza e inmediatamente dijo: “El cielo se va a derrumbar”. Los animales que pasaban por allí, empezaron a regar la noticia rápidamente. El zorro, que se percató del asunto, se le fue acercando uno a uno y les decía: vengan conmigo a mi cueva, que allí no les pasará nada. Al llegar a la cueva hacía que se asomaran a ella y los empujaba, después entraba y se los devoraba. Sólo se salvó un animal que se pilló la agilidad del zorro para embaucar a todos.
Nosotros, que somos la mayoría, ¿de quién nos podremos salvar? ¿Para qué o por qué surgen los políticos?
He estudiado que los sofistas surgieron porque en la política democrática ateniense era indispensable aprender a hablar bien para persuadir y obtener poder. En la asamblea o el tribunal, el triunfo dependía del dominio del lenguaje. Los sofistas fueron por ello maestros de la retórica: el arte de persuadir mediante argumentos. Por la misma razón se interesaron por comprender el funcionamiento del lenguaje.
Ahora entiendo el por qué la paz es tan costosa, porque lo último que desea el hombre cuando asume roles de poder es ejercerlo a toda costa sin tener en cuenta el fin, que sería para lograr el bien común.
No me lo estoy inventando ni es verborrea, simplemente la confusión en que vivimos nos lleva a cuestionarnos a nosotros mismos, que luchamos en el día a día por una estabilidad y un no rotundo a la corrupción. ¿Qué pasaría si nadie votara?, porque a la final… ¿habrá por quién hacerlo?




LA LUPA
PARODIA DE CARREÑO EN EL PAIS DE LAS NUBES

LIDIA CORCIONE CRESCINI

El intrépido mundo de la modernidad y postmodernidad ha causado notables desbarajustes estructurales en el modo de ser del hombre. Por doquier observamos la pérdida de valores, la decadencia del sistema educativo y la minimización del respeto tanto individual como colectivo. ¿A qué ha conducido todo esto? La respuesta es simple: al olvido de normas tan preciosas y necesarias como lo son la urbanidad y las buenas maneras.
¿Quién de antaño no tiene guardado en su memoria ese libro de bolsillo escrito con simpleza, magia y decoro?
Manuel Antonio Carreño (1.812-1874) cómo nos hace falta tu “Urbanidad y buenas maneras”. Si pudieras salir de tu tumba dirigirías tu mirada al firmamento o a cualquiera de las maravillas de la creación y morirías nuevamente, pero esta vez de espanto al ver que tus sutiles normas llenas de sabiduría, delicadeza, cortesía y responsabilidad, han sido devoradas por la inercia, la desazón, la ley del menor esfuerzo y la prisa por lograr las cosas llevándose a los demás por delante.
Hago un llamado no sólo a la población, quizás a la humanidad para que retomemos estas normas sin derogar ninguna, todo lo contrario, ampliando el contenido de algunas, ya que merece la pena. Quien se respeta a si mismo, es capaz de respetar a los demás.


Transcribo algunas: ... “Los encargados del poder público que son nuestros mismos conciudadanos, nos protegen y amparan contra la libertad e independencia de nuestro país, contra las injusticias de los hombres, contra las asechanzas de los perversos; ellos guardan nuestro sueño, y velan constantemente por la conservación de nuestra vida, de nuestras propiedades y de todos nuestros derechos”. En estos momentos la situación que padecemos los colombianos, te quiero contar Dr. Carreño que esa norma, parece salida de un cuento de hadas.


...“Por medio de un atento estudio de las reglas de urbanidad, y por el contacto con las personas cultas y bien educadas, llegamos a adquirir lo que especialmente se llama buenas maneras o buenos modales, lo cual no es otra cosa que la decencia, moderación y oportunidad en nuestras acciones y palabras”. ¡UF! Serán mañas y artimañas sin moderación, olímpicamente y con una verborrea impresionante, y el vivo se come al bobo.


...“Los niños bien educados jamás salen a la calle a formar juegos y retozos que necesariamente han de molestar a los vecinos, ni en las recreaciones a que se entreguen dentro de su casa , a levantar alborotos que pueden llegar a las casas vecinas”. Dr. Carreño, ¿es qué acaso no te ha llegado el eco de los estridentes equipos de sonido de los carros parqueados en la vía pública como Pedro por su casa, ni las vibraciones imparables de “Ultramar” durante tres días seguidos? ¡La contaminación de ruido nos está matando! Y lo peor, es que los niños mayores esos que tienen carita de yo no fui, son los que se están beneficiando de estos atropellos.


...”El hombre de sentimientos nobles y elevados, es siempre modesto, generoso, afable con sus inferiores. El inferior tratará también al superior con suma atención y respeto”. Dr. Carreño, eso parece un poema. Lástima que no estás presente para entender que los poderosos te acorralan con su fuerza monetaria, te manejan como títere y sólo así se hacen respetar.


...”Nada hay en sociedad más delicado ni que necesite más fino tacto, que el uso de las chanzas”. Y nosotros con los gobernantes, vivimos en una constante chanza.


La Lupa
LA SAPORRITA

“Siempre que yo voy a un baile me busco una saporrita/ para reponer la entrada/ bailo la noche enterita/ déjenme bailar feliz que yo me quedo con mi gordita…”.Así sonaba la melodía pegajosa que muchos bailamos y tarareamos. Y José V. Fernández remata con su hit: “Hay mujeres, mujeres tan divinas no queda otro remedio que adorarlas…”, sin especificar si son gordas, flacas, rubias, trigueñas, morenas, altas, bajas, pecosas. En este mes de mayo que se celebra el día de la madre , es bueno preguntarnos qué papel está jugando la mujer para el hombre: ¿Un trofeo para mostrar? ¿Un maniquí para presumir? ¿Acaso la mujer debe tener algunas características específicas?
Cada vez más la mujer busca reconstruir su figura, ponerla armónica a los gustos y necesidades de los demás para ser aceptada, para no pertenecer al grupo de las “out”. Desde los 15 años se practican varias cirugías con el apoyo del padre o la madre. A esa edad la mayoría está pesando 48 o 50 kilos y a pesar de esto se sienten gordas, feas, y se someten a una disciplina gimnástica de 4 horas diarias constituyéndose en prioridad urgente el ejercicio para así lograr un cuerpo perfecto, descuidando cosas primordiales en esa edad, por ejemplo los estudios. ¿Y que decir de las de 25 años en adelante? Olvidan quizás el compartir más en el hogar y dedicar más tiempo a sus hijos. Muy de acuerdo estoy -y eso lo reafirmo- en llevar una disciplina alimenticia ordenada y equilibrada, también cuidar la figura y mantenerse sana en todos los aspectos, eso ciertamente fortalece la autoestima y crea seguridad en la persona, pero otra cosa muy diferente es lo que está ocurriendo en esta época.
Soy génesis/ del artesano del barro/ que me alimenta de siglos /en un lugar del Oriente. /Soy la transmutación desnuda llamada mujer/ una sola carne/ un solo ser/ Un ángel con cuerpo/ que usa la palabra.
En estos días un noticiero mostró la historia de una joven de 14 años que estaba pasada de kilos y en el colegio le decían “el camión”, desesperada habló con su padre y éste accedió a llevarla con urgencia a una nutricionista. En su proceso llegó a pesar 43 Kilos, estaba delgada y hermosa, cuando nuevamente regresó al colegio le seguían diciendo “el camión”. El dolor interior era insoportable y la autoestima por el suelo; cuando llegaba a casa, el espejo le decía, como un monstruo voraz: estás gorda, estás gorda, y apareció entonces la terrible enfermedad de la anorexia.
Esa parte hermosa: la esencia, la espiritualidad, el sosiego y complicidad se ha ido relegando poco a poco y la mujer en su ser íntimo no es valorada en el mejor sentido de la palabra.
Para ser apreciada, tenida en cuenta, tiene que brillar como un diamante, como esas de las propagandas de “shampoo”, de labiales, de ropa interior, de fragancias seductoras, presentadoras de noticieros en la sección de farándula. Esas “bellas” algunas parecen elaboradas en serie, con el mismo corte de nariz, las mismas “puchecas silicónicas”, la misma cola. No podemos negar que son lindas, pero esa imagen constante que están vendiendo los medios de comunicación sobre la excelsitud de la mujer, está causando estragos en las chicas de hoy, en las relaciones entre pareja y en el verdadero sentido de lo que es SER MUJER.

La Lupa 
EL DEPREDADOR MÁS GRANDE DE LA NATURALEZA
LIDIA CORCIONE


Cuando miro en la televisión los programas de Planeta animal quedo asombrada de ese mundo salvaje en donde los depredadores acaban con su presa en un santiamén, aunque debo entender que es la misma naturaleza en la llamada “ley de la supervivencia” la que se encarga de proporcionar estas situaciones, ya que de no alimentarse morirán de hambre.


Eso es entendible, dado que el instinto es quien mueve el motor de esas bestias que a diferencia de nosotros carecen de la razón. Pensé que por ello sucedían estás cosas, sin embargo en esta guerra absurda por unos ideales resquebrajados y amparados por la ambición y poquísimo o nada de la llamada “lucha por la justicia social” por la que está atravesando el mundo, la razón, el juicio, el reflexión, no la vislumbro por ninguna parte.
Siendo el mundo tan extenso físicamente sobrándole tantos espacios y lugares, está comprobado que “la gente no cabe”; es tan abundante en ríos, mares, alimentos y las individuos se mueren de hambre, un sol radiante que brilla para todos y los seres humanos se mueren de frío; unas praderas acolchonadas y la masa no tiene un lecho; una luna llena destellante y la muchedumbre se zarandea entre las tinieblas.


Tomo estas palabras de la Biblia (Salmo) y las pongo en forma de oración en boca de los secuestrados, de todos los que padecen necesidades primarias, de todos aquellos que de una u otra forma viven en desazón y zozobra y de todos nosotros para que las repitamos diariamente para que de alguna manera el cosmos se confabule y nos ayude y los ayude para que pronto sean liberados de esas cadenas y de esos padecimientos por los tienen que pasar día a día que pasar, deteriorando su esencia, su naturaleza humana, convertidos hoy en estatuas rocosas en el sinsabor y la desesperanza de no saber y después descubrir, quizás, que no habrá un mañana en esta tierra para ellos: “Ataca, Señor, a los que me atacan, combate a los que me combaten. Ponte la armadura, toma el escudo, y te levantas para venir a socorrerme. Que sean humillados y fracasen los que quieren mi vida, que retrocedan y sean confundidos los que rumian mi desgracia. Que su camino sea resbaladizo, perseguidos por el ángel del Señor. Sin motivo me tendieron una trampa, y cavaron una fosa para mí, Que sin aviso venga sobre ellos la ruina, que queden atrapados en su trampa y caigan en su fosa. Señor, ¿te quedarás mirando? Rescátame de los leones rugientes, pues no tengo sino una vida”.


La vida es un derecho y más aún la libertad individual, la vida y esa libertad no pueden ni deben bajo ninguna circunstancia tratarse como mercancías y en estos casos tan aberrantes como si fueran de poco monto, porque si realmente tuvieran la importancia debida, serían respetadas y valoradas en la escala de la ética y la moral y no rotulándolas como se ha hecho hasta ahora colocándoles “costo”, para lucrase en esa escabrosidad de perversidad, avaricia y egoísmo manteniendo en vilo a esos seres que simplemente han nacido para vivir.
El “Acuerdo humanitario”, lógicamente debe ser entre humanos, pero llegar a un acuerdo humano entre humanos por la deshumanización es algo tan absurdo como el secuestro mismo.
Sigamos orando y suplicando por la libertad de todos los secuestrados, es nuestro deber.