RECREACIÓN
HÚMEDA
Crónica*
Es sábado, el bullicio de la semana aparentemente descansa. La brisa
golpea fuerte y la ola rompe su furia estrellándose contra la arena.
Las pisadas de los transeúntes dejan sus huellas que se van borrando al
caer la tarde.
Un eco
ensordecedor traspasa el horizonte y las aves danzan en busca de su refugio.
Así me ocurrió.
Siendo las 5:00 P.M. Quería recrear mi vista, olvidarme del trajín de la semana
e inhalar otro silencio.
Me acicalé como
una turista.
Llevaba puestos pantalones estilo pescador,
color verde manzana, un suéter púrpura, una mochila de colores ácidos hecha por
los Wayuu, que me regalaron mis amigas Hilda Juan y Adriana Torres, cuando regresaron
de su paseo a Riohacha y unas sandalias tres puntadas.
Cargaba conmigo
mi cámara fotográfica, los papeles del carro, mi identificación y cincuenta mil
pesos, por si acaso en el camino se me presentaba algún inconveniente.
Inconvenientes
nunca faltan. En una ciudad donde la pobreza pulula, la justicia social está
polarizada, la politiquería reverbera por doquier y, la inseguridad es espeluznante,
cualquier cosa puede acaecer.
Dicen que
Cartagena es una ciudad para mostrar, una vitrina preciosa a nivel mundial. Es
paradisíaca, tranquila, encantadora y mágica…
Eso se podría
lograr si realmente los gobernantes le meten la mano, la voluntad, las ganas y
la proyección futurista.
Cartagena podría
ser un sueño para contar, una ópera para cantar, un Edén para reposar y un modelo de equilibrio social.
Llego hasta el
barrio El laguito.
Parqueo mi cacharrito en las afueras del Centro Comercial Pierino Gallo. Antes de
bajarme, a través del panorámico veo a cuatro hombres, descamisados todos,
sentados sobre canastas de gaseosas
vacías jugando dominó y tomando cerveza. Me pareció pictórico en un barrio de
estrato seis, donde el valor a pagar por los servicios públicos está por las
nubes y los impuestos prediales, revientan cualquier bolsillo.
No acabo de descender cuando uno de ellos se
para como flecha veloz, con panola roja en mano y me grita desde una esquina: -bien cuidaito
seño.
De inmediato, pienso en el lío que se me va a
formar si no le doy propina a mi regreso.
En verdad sólo
llevaba el grueso billete.
Ensimismada con el sol brillante, con la única
ilusión de recrearme con las imágenes espectaculares que nos regala la
naturaleza: el mar, los alcatraces y las gaviotas; caminé hacia la playa y me
ubiqué detrás de un espolón.
El estruendo de
un equipo de sonido a todo timbal, el olor a manteca recalentada, el vaho de
pescado frito, la chichonera de vendedores ambulantes, me hicieron entrar en la
cruda realidad que vivimos a diario: el desempleo, la desocupación y el
rebusque son parte de nuestra cultura y no conforme con ello, las autoridades
se hacen los de la vista gorda y nadie dice nada.
Me desconecté
por unos instantes y comencé a disfrutar del paisaje.
Estando en lo mejor de mi travesía, se me
acerca un vendedor ambulante ofreciéndome sombreros. Llevaba una torre de ellos
en su cabeza. –Cómpreme un sombrero, tengo uno que hace juego con el color de
su piel, me dice.
–No gracias, no
los uso, le respondo. El hombre me queda mirando, camina un metro, se acomoda,
mira el horizonte, se abre la cremallera, se agarra su falo y comienza a
orinar. Con su cara fresca como un raspado, dueño del universo, continúa su
proeza. Cuando termina, se sacude, se sube la bragueta, agarra los sombreros
que había puesto en una roca y sigue su andar como si nada.
Sentí dolor,
dolor por su resentimiento, dolor por su situación, dolor por su osadía. Todo
lo que él carga por dentro lo expulsó a
mi vista, sin tener en cuenta que yo era un turista más que se paseaba por los
lugares públicos en una ciudad que se bambolea al son del viento como las
cometas en el mes de agosto.
Su protesta fue
una muestra de inconformismo y quizá el deseo por encontrar un camino que le
abra paso al sustento diario.
Todo el mundo
orina en los sitios públicos.
Las murallas hieden a berrenchín, las calles
ni se diga y mientras muchos se lavan las manos, ellos se mean a los pies de
los foráneos.
MEIRA DEL MAR
POR: LIDIA CORCIONE CRESCINI
MEIRA DEL MAR
“La tarde vuela
sobre las rosas como un ala de oro”
Otra
cosa es la muerte así nos dijo en su poema Muerte
mía de su libro Secreta isla…
Olga
Chams Eljach nacida en 1.921, conocida por todos como Meira Del mar, nos dijo
adiós el 18 de Marzo de 2009 a las tres de la madrugada. Su vida: un sendero
hacia la entrega y el amor.
Esta
mujer de miel surca la vida, la naturaleza, las palabras, nos hace danzar al ritmo de sus melodías. En cada verso
escrito y en cada palabra recitada se desborda el romanticismo en esa entrega
de su esencia y de su fluir en el ancho y largo mar de sus sentimientos.
Muerte mía
La muerte no es quedarme
La muerte no es quedarme
con las
manos ancladas
como barcos
inútiles
a mis
propias orillas,
ni tener en
los ojos,
tras la
sombra del párpado
el último
paisaje/ hundiéndose en sí mismo.
La muerte no es sentirme
fija en la tierra oscura
mientras mueve la noche
su gajo de luceros,
y mueve el mar profundo
las naves y los peces,
y el viento mueve estíos,
otoños, primaveras.
¡Otra cosa es la muerte!
Decir tu nombre una
y otra vez en la niebla
sin que tornes el rostro
a mi rostro, es la muerte.
Y estar de ti lejana
cuando dices "La tarde
vuela sobre las rosas
como un ala de oro".
La muerte es ir borrando
caminos de regreso
y llegar con mis lágrimas
a un país sin nosotros
y es saber qué pregunta
mi corazón en vano
por tu melancolía
Otra cosa es la muerte.
La muerte no es sentirme
fija en la tierra oscura
mientras mueve la noche
su gajo de luceros,
y mueve el mar profundo
las naves y los peces,
y el viento mueve estíos,
otoños, primaveras.
¡Otra cosa es la muerte!
Decir tu nombre una
y otra vez en la niebla
sin que tornes el rostro
a mi rostro, es la muerte.
Y estar de ti lejana
cuando dices "La tarde
vuela sobre las rosas
como un ala de oro".
La muerte es ir borrando
caminos de regreso
y llegar con mis lágrimas
a un país sin nosotros
y es saber qué pregunta
mi corazón en vano
por tu melancolía
Otra cosa es la muerte.
Podemos
percibir su nostalgia, su profundidad enmarcada de sencillez, humildad, cuando
esa muerte va borrando todas las huellas y el camino de regreso es agreste y el
tiempo, en su laberinto inexplicable, no deja rastros.
Verde mar
(Del libro Verdad del sueño)
De tanto quererte, mar,
el corazón se me ha vuelto
marinero.
Y se me pone a cantar
en los mástiles de oro
de la luna, sobre el viento.
Aquí la voz, la canción.
El corazón a lo lejos,
donde tus pasos resuenan
por las orillas del puerto.
De tanto quererte mar,
ausente me estas doliendo
casi hasta hacerme llorar.
II
¡Mar!
Y es como si, de pronto,
se hiciera claridad.
Ángeles desnudos. Ángeles
de brisa con luz. Cantar
del agua que danza una
zarabanda de cristal.
Islas, olas, caracolas.
Grito blanco de la sal...
Y el corazón, de latido
en latido, dice ¡Mar!
(Del libro Verdad del sueño)
I
De tanto quererte, mar,
el corazón se me ha vuelto
marinero.
Y se me pone a cantar
en los mástiles de oro
de la luna, sobre el viento.
Aquí la voz, la canción.
El corazón a lo lejos,
donde tus pasos resuenan
por las orillas del puerto.
De tanto quererte mar,
ausente me estas doliendo
casi hasta hacerme llorar.
II
¡Mar!
Y es como si, de pronto,
se hiciera claridad.
Ángeles desnudos. Ángeles
de brisa con luz. Cantar
del agua que danza una
zarabanda de cristal.
Islas, olas, caracolas.
Grito blanco de la sal...
Y el corazón, de latido
en latido, dice ¡Mar!
Vemos el mar rendido a
sus pies, cómplice de su vida y de sus momentos fusionados. La brisa
marina irrumpe en su ser, grita sazonada por el blanco de la sal. Su
corazón se regocija en danza mágica y
grita ¡Mar!
DE PASO
No
es el tiempo
el que pasa.
Eres tú
que te alejas
apresuradamente
hacia la sombra,
y vas dejando caer,
como el que se despoja
de sus bienes,
todo aquello que amaste,
las horas
que te hicieron la dicha,
amigos
en quienes hubo un día
refugio tu tristeza,
sueños
inacabados.
Al final, casi
vacías las manos,
te preguntas
en qué momento
se te fue la vida,
se te sigue yendo,
como u hilo de agua
entre los dedos.
el que pasa.
Eres tú
que te alejas
apresuradamente
hacia la sombra,
y vas dejando caer,
como el que se despoja
de sus bienes,
todo aquello que amaste,
las horas
que te hicieron la dicha,
amigos
en quienes hubo un día
refugio tu tristeza,
sueños
inacabados.
Al final, casi
vacías las manos,
te preguntas
en qué momento
se te fue la vida,
se te sigue yendo,
como u hilo de agua
entre los dedos.
En qué momento se te
fue la vida, escribe en su poema con melancolía, pero estoy segura de que en
sus 88 años, de esa vida tejida armoniosamente,
supo regalarnos a través de sus palabras, ojos, manos y su sonrisa espléndida; toda su poesía.
“Vuelo de jazmines”
antología preparada por Dina Luz Pardo y Jenny Yajaira Pinilla, saldría a la luz en el mes de abril de 2009. Una
sorpresa que planeamos para Meira Delmar. Sorpresa para el público porque ella
pudo conocer los planes acerca de este
homenaje, estando aún en vida.
En el mes de Enero de
ese año, la poetisa Dina Luz Pardo me invita a formar parte de la antología y
acepto gustosa.
Desde que tuve la oportunidad
de conocer a Meira en su libro de poemas
Reencuentro, quedé atrapada.
En el año 2002 el
Instituto Piaget, bajo la Dirección de Sofía Camacho, la invita en el mes de
abril para hacerle un homenaje en el día del idioma. Tenerla cerca, verla,
escucharla, reafirma mi sentir por ese ser que diluía gota a gota, cada palabra
en el viento.
En marzo de 2007,
durante el Encuentro Nacional de
Escritoras en Cartagena, que tuvo lugar en la Capilla del hotel Santa
Clara, recita sus poemas con la fluidez
de un pájaro cantor. Los aplausos eran
gritos de júbilo que hicieron poner de pie a todas las personas que allí la escuchaban.
En enero de 2009 se
programa el lanzamiento del año OBESO-ARTEL en la Casa de Rafael Núñez. Meira
está allí, sencilla y grácil como una libélula, para regalarnos a viva voz sus
versos que le cantan a la vida, con voz sonora y corazón espléndido.
Todos queríamos
tomarnos fotos con ella y así se hizo: Gloria Triana, Winston Morales, Rodolfo Lara, Víctor Menco,
Alicia Haydar… Uno a uno y, en mi papel de fotógrafa empírica, logro registrar
los rostros alegres y satisfechos por la compañía de esa mujer que se ha
constituido en reliquia para la historia de la palabra.
Luego, la ilusión de
la Antología nos hace pensar en el
título y la portada que deberían estar definidos cuanto antes. Meira gozaba con
esa ilusión.
Uno de los comentarios
del poemario lo haría su entrañable amigo Álvaro Suescun; él sabía con cuanto amor
le estábamos preparando el homenaje.
El día 17 de marzo
recibo un correo electrónico de Dina Luz Pardo donde me informa que el machote
del libro está listo para su revisión. Pregunto entonces: ¿Y la portada? Me
dice: “Meira nos ha confesado a Álvaro y a mí que siempre soñó que en una
portada de su libro aparecieran sus manos”. Siento en esa expresión algo
particular “las manos”, en lo personal, pienso que son el motor móvil impulsado
por el motor inmóvil de la creación.
El
18 de Marzo a las ocho de la mañana recibo otro correo de Dina Luz donde me
dice:
“LIDIA AMIGA...
ESTA MADRUGADA, A LAS 3 EXACTAMENTE, SE NOS MURIÓ
MEIRA DEL MAR.
TODAVIA MIS MANOS TIEMBLAN, COMO MI VOZ.
NO TE IMAGINAS QUÉ DOLOR TAN GRANDE, ELLA NO SÓLO ERA LA POETISA QUE TODOS
ADMIRÀBAMOS, SINO LA GRAN
MUJER QUE NOS ENSEÑÒ CON SU INTEGRIDAD, MUCHO DE LA VIDA Y DE LA QUE VENDRÁ.
DESPUÉS TE CUENTO... ESTÁN LOS PERIODISTAS, LA CIUDAD, COMO LOCOS,
CONSTERNADOS, MIENTRAS YO ENCERRADA EN MI APARTAMENTO, LLORO.
MIRA... ELLA ME DIJO EL JUEVES 12 DE MARZO
"LINDA ME SIENTO MAL, DEL COLON, HASTA ME HA DADO MAL DE ESTÓMAGO-, ME
SIENTO DEBIL", LE DIJE QUE LA
ENTENDÍA PORQUE YO ESTUVE MES Y MEDIO MAL DE LO MISMO. LE DIJE, QUE MEJOR LA DEJABA Y QUE SE
RECUPERARA PARA IR A TOMAR LAS FOTOS.
EL VIERNES, ALVARO ME LLAMÓ Y ME DIJO: MEIRA ME
DIJO QUE NO IMPORTA, QUE VAYAMOS A SU CASA INMEDIATAMENTE. MIRA... ESTABA TAN EMOCIONADA CON NUESTRA
VISITA QUE PIDIÓ VINO TINTO SECO Y NOS INVITÓ NO A UNA SINO A DOS COPAS. ELLA TERMINÓ PRIMERO LA PRIMERA... Y NOSOTROS
DIJIMOS, MEIRA NOS VAMOS A EMBORRACHAR.
ELLA DIJO: NO HAY PROBLEMA NIÑA AHÍ HAY DOS CAMAS, Y REIMOS...
LA TUVIMOS DE MODELO PARA LAS FOTOS DE LA PORTADA DE LA
ANTOLOGÍA:
MEIRA, PONTE AQUI, PONTE ASI, PON LA MANO MÁS PARA
ACÁ, DOBLA EL LAPICERO, QUEDATE UN POQUITO.
MEIRA YA SÉ QUÉ ESTÁS CANSADA PERO ESPERA, ESTA FOTO SERÁ LA MEJOR.
DIOS,
LIDIA... ME DUELE MUCHO, NO SABES CUANTO. ELLA SE LE OLVIDÓ TODA LA HISTORIA DE MI HIJA
AUSENTE POR ESA ENFERMEDAD QUE CONOCES Y ESE DIA TUVE QUE REPETIRLE QUE CAMI YA
NO ESTABA CONMIGO, NO SABES CUANTO DOLOR
VI EN SUS OJOS, SU ABRAZO. Y ME DIJO, A MI TAMBIEN SE ME HAN IDO LOS AMIGOS, MI HERMANA.
FUE... MEJOR
TE SIGO CONTANDO DESPUÉS.
LA PORTADA DE LA ANTOLOGÍA YA ESTA LISTA, CON SU MANO Y SU FIRMA ACTUAL”
Dina.
Para escribir sobre
Meira Delmar, no me alcanzarían las hojas. Se haría muy extenso narrar esa
copiosa vida literaria y todas sus experiencias.
Meira, seguirás entre
nosotros por siempre, tu alma como un velo nos envuelve en este camino que aún
nos queda por transitar. Te encontraremos en algún lugar allá, ¡Más allá del
ahora!
Este
amor
(Del libro Reencuentro)
Como ir casi juntos
pero no juntos,
como
caminar paso a paso
y entre los dos un muro
de cristal,
como el viento
del Sur que si se nombra
¡Viento del Sur! parece
que se va con su nombre,
este amor.
Como el río que une
con sus manos de agua
las orillas que aparta,
como el tiempo también,
como la vida,
que nos huyen viviéndonos,
dejándonos
cada vez menos nuestros
y más suyos,
este amor.
Como decir mañana
y estar pensando nunca,
como saber que vamos
hacia ninguna parte
y sin embargo nada
podría detenernos,
como la mansedumbre
del mar, que es el anverso
de ocultas tempestades,
este amor.
Este
desesperado amor.
(Del libro Reencuentro)
Como ir casi juntos
pero no juntos,
como
caminar paso a paso
y entre los dos un muro
de cristal,
como el viento
del Sur que si se nombra
¡Viento del Sur! parece
que se va con su nombre,
este amor.
Como el río que une
con sus manos de agua
las orillas que aparta,
como el tiempo también,
como la vida,
que nos huyen viviéndonos,
dejándonos
cada vez menos nuestros
y más suyos,
este amor.
Como decir mañana
y estar pensando nunca,
como saber que vamos
hacia ninguna parte
y sin embargo nada
podría detenernos,
como la mansedumbre
del mar, que es el anverso
de ocultas tempestades,
este amor.
Este
desesperado amor.
Seguirás presente Meira. ¡Paz en tu
tumba!
“YO QUE SOY TAN OPTIMISTA
EN UN CHARCO DE AGUA SUCIA
HE PODIDO VER UNA ESTRELLA”
Un día cualquiera entró a la oficina donde trabajaba en publicidad y se quedó quieta de repente. Miró a su alrededor y se sintió encajonada al ver los cubículos y el aire rutinario y asfixiante. Volvió a decir lo que dentro de ella era un deseo ferviente: “Tengo que escribir. Es lo que quiero hacer”. Se lo propuso. Es lo que está haciendo.
Su obra ha merecido premios de novela y el reconocimiento del IV Encuentro de Escritoras Colombianas, celebrado en Cartagena, paralelo al IV Congreso Internacional de la Lengua Española. Es uno de los impactos literarios de los últimos años en Hispanoamérica: su magia ha estado a disposición de las emociones, su virtud ha sido
“Sublimar los sentimientos” y hablar en forma corriente de la condición humana, porque todos somos humanos y en la medida que nos deshumanicemos no podremos alcanzar la paz interior tan anhelada. Nos dice “nadie es bueno ni malo, todos somos ángeles o demonios”.
La mujer vestida de blanco que hablaba en tono pausado de aquel martes 27 de marzo de 2007: Ángela Becerra (Cali, 1957), irradiaba serenidad. Movía al descuido sus rizos dorados que cubrían parte de su rostro y su espalda, sin maquillaje. Las primeras palabras que dijo al llegar a la Capilla del Hotel Santa Clara es que “la escritura me hace sentir viva”. Vino a confesarse ante un público ávido de historias, ante lectores y escritores. Contó que su libro de poemas Alma Abierta el primero que escribió, publicado en el 2001, fue un texto en el que ella deja volar las preocupaciones. “La confianza en uno mismo es el motor de la felicidad y el éxito en las relaciones personales”.
En el 2003 se publica su primera novela De los amores negados, una historia que utiliza elementos mágicos para modelar y afrontar una experiencia realista y urbana: “la insatisfacción y la búsqueda de la felicidad del yo profundo y el verdadero amor”. (Nótese como la escritora es una adicta a lo mágico), pues de la magia se desprende un sinnúmero de posibilidades que de una u otra forma cambia la óptica y el perfil de las cosas.
Esta novela se editó al año siguiente en España, donde reside desde 1988, suscitando buenas críticas siendo un éxito de venta obteniendo el Latino Literary Award, en el apartado de la novela romántica.
Leer textos es una cosa y otra muy diferente e interesante es haber tenido la oportunidad de platicar y compartir con ella dos días en el encuentro de Escritoras Colombianas.
Se percibe en ella una inclinación profunda por plasmar y darle vida a las palabras en esas hojas en blanco y dejar allí sus pensamientos, ideas y sentir, que van más allá de lo efímero y banal, porque en esos instantes solidifica su esencia y su prodigio y en tan acertada decisión (como fue la de escribir novelas), ella nos manifiesta : -quiero que mis novelas sean un canto optimista a la vida y a los sueños, fue por eso que abandonó su profesión para dedicarse a la escritura y es por ello los que la conocemos y leemos sus historias, estamos altamente agradecidos, porque cuando se refiere a la Re- creación “El modo en que nos volvemos a crear”, tal como lo hizo con ella misma cuando decidió abandonar su carrera talentosa para expandirse en el mundo de la escritura , podemos entender que el éxito de cada ser humano consiste en hacer todo aquello que nos guste y como dijo Kant “La búsqueda más noble es saber que debe hacer uno para convertirse en humano”.
Ángela continuó su charla y nos contó la pasión que siente por Italia: “Me gusta el silencio, en el silencio existen unas oportunidades mágicas para aprender”.
A una pregunta del público sobre el miedo contestó: “Sí, lo he sentido. Miedo a que cuando estoy escribiendo me quede sin historia o se me cuelgue la historia al final del libro... pero de una manera mágica (vuelve a recordarla), adentrada en el enlace y desenlace he logrado que mis lectores compartan conmigo las historias que escribo en mis novelas.
Ángela escribe de una manera sencilla pero inteligente y lo hace para un público inteligente. Es el mismo lector quien se encarga de tomar la decisión y lee su libro o no.
Cabe anotar que en sus novelas los lectores encarnan a sus propios personajes y de alguna manera llegan a tocar tan profundamente las fibras de la sensibilidad que es por eso que los libros se venden en volúmenes impresionantes, dado que el ser humano para vivir sus realidades, necesita de situaciones del diario vivir para dejar aflorar entre risas y llantos, entre amores y odios, entre rabias y reconciliaciones, el amor, elemento primordial para alcanzar la felicidad.
“Siempre hay salida frente a las dificultades y la principal herramienta es la imaginación”, apunta la escritora. “Todos los seres humanos somos duales”.
En el 2.005, obtiene el premio Azorin con la novela El penúltimo sueño.
Dice que al regresar a su país quiere recordar de él eso que a muchos se nos ha olvidado: sus montañas, sus paisajes, su vegetación, los sitios apacibles y placenteros, que siempre, a pesar de la violencia actual, serán un atractivo para el regocijo del alma y fuente de inspiración.
Su última novela Lo que le falta al tiempo, ha tenido una amplia acogida como las anteriores.
Sé que ha sido criticada por muchos (las críticas son interesantes porque despiertan pasiones), por “El homenaje hecho recientemente”, estoy convencida de que la gente, el público y el lector, somos quienes decidimos que tipo de lectura escoger y pienso que ya es hora de dejar atrás el machismo tan rudo y castrante en donde se cree que sólo los hombres son los que pueden hacer las cosas bien porque ellos son los que son; sería más viable, más hermoso y más edificante que los hombres muestren su parte femenina esa que todos llevan dentro “la sensibilidad”, porque tanto hombres como mujeres llevamos y tenemos de ambos sexos.
“Decide que puede hacerse y se hará, y entonces hallarás la manera” (Abraham Lincoln”), y tú Ángela, decidiste que eso era lo que querías, escribir, hallaste la manera con tus palabras, con tu optimismo, tu magia lo hiciste, y si eres capaz de ver una estrella en un charco de agua sucia, entonces eres capaz de llegar profundamente al corazón de tus lectores y a través de tus palabras abres un mundo de posibilidades alcanzables y realizables.
EL DÍA EN QUE LAS CAMPANAS SONARON PARA EL CINE EN PUNTA CANOA
Crónica
Ansiosos porque oscureciera rápidamente, padres y niños se paseaban por las calles, a la espera para ver películas, situación que me hizo evocar al teatro Padilla, Rialto, Colón y Miramar.
Mientras las salas de los teatros en Cartagena se engalanaban con la presencia de personalidades y personajes de la farándula, productores, libretistas, los habitantes de Punta Canoa, con su mejor vestido y diversidad de ilusiones en el recinto de la iglesia elevaron una plegaria silenciosa llena de bienaventuranza por tener en ese día 3 de Marzo del 2.007 la posibilidad de reunirse en un acto de paz interior, paralelo al Festival de cine para estos días y ver los documentales “Ángeles somos: Los angelitos”, “Cochero prende el radio” y “El maíz parió bien”.
De sus ojos, emanaba un brillo radiante combinado con el espectáculo del eclipse lunar que nos arropó por largo rato, sorpresas y felicidad, aunque fuese sólo por unas cuantas horas llenaron de dicha esos corazones que apartados por la distancia de lo citadino, tienen sus manos cuarteadas por el sol y el trabajo para salir adelante y vivir de manera digna con el deseo de que sus hijos no aprieten los puños para golpear sino un lápiz para escribir y ser personas de bien en el futuro.
Observar las caras de esas criaturas protagonistas sin casting de su propia historia, nos hizo sentir un pálpito inexplicable que nos empuja a continuar con una labor comunitaria indispensable para todo ser humano como lo es la socialización a través de eventos como el arte, cine, talleres de lecto-escritura.
Abrazos y caricias en este mundo tan árido que reclaman a gritos: “quiero amor, la paz, no a la violencia, si a la educación, a las oportunidades”.
El vendedor de patillas en su jeep repleto con su megáfono pregonaba su venta en el lleve dos sólo por $ 3.000., el niño que lleva su carretilla y deja entrever en su mirada perpleja el deseo de estar allí, y no poder hacerlo porque debe cumplir con su labor; a eso se le adicionaron los secreteos de los niños en la fila como si jugaran al teléfono roto para finalmente extender sus manos y pedir bom-bom-bum, agachando la cabeza en acto de vergüenza y diciendo: “fue él el que me dijo que la pidiera”. Haciendo un círculo a la voz de “bailen, bailen”, cantaban y bailan la pulla loca, el mapalé y otros ritmos, con tal destreza y habilidad que resultó casi imposible no conmoverse ante ese apoteósico espectáculo.
Mauricio Naranjo Pereira, docente de Ciencias del Colegio Británico de Cartagena, quien en la actualidad está realizando varios proyectos del impacto ambiental, con la colaboración incondicional de Giorgio Araujo y Gerardo Nieto, quienes facilitaron los documentales de Festicine, consideran que el contenido de estas cintas tiene un objetivo maravilloso: “despertarles y recuperar la sensibilización con respecto a las costumbres y tradiciones” que no se pueden perder ya que de alguna manera muestran la cultura que data de muchos años atrás, al igual opinan que, la parte recreativa (actividad pedagógica) a través del medio audiovisual es un factor decisivo en el pensamiento y apertura de estos niños que liderarán el futuro.
De igual manera en el Colegio Británico en la semana comprendida del 5 al 9 de Marzo, se proyectarán cintas para los alumnos (facilitadas por Giorgio y Gerardo), para que los estudiantes tengan la oportunidad de reflexionar, analizar y contextualizar los mensajes de las cintas y llevar a cabo la realización de ensayos que servirán de material didáctico en las bibliotecas.
Construir un mañana en el “aprender a aprehender” (menos analfabetismo), mayores oportunidades sin discriminación, puede sonar “utópico”, sin embargo, cuando se tienen las ganas nada es imposible.
Noche llena de magia.
Sea esta la oportunidad para que de alguna manera cada ser humano se comprometa con “el otro” para dar algo de sí mismo y juntos sacar adelante este país que día a día necesita de más “gente como uno”, lo que significa, gente común y corriente capaz de comprometerse para regalar sonrisas y bienestar.
No podemos permitir que los niños se pierdan en la nada.
EN LOS CARTONES DEL HASTÍO
Un niño de anhelos postergados
salta y juega.
Sus manos
arañan sus berrinches
de frustraciones continuas.
Su sombra cuarteada
soporta un olor viciado.
Leo en sus manos vacías
hambre
Derramo una lágrima
en la noche fría.
MONTES DE MARIA “COSECHA DE VIDA”, -PACIENCIA Y ESPERANZA-
Escuchar y sentir voces de esperanza libres de rencores, después del abuso inexplicable, es reconocer una vez más que el amor está por encima del dolor y del mal, que la vida continúa y hay que afrontarla con valor.
Encontré rostros amables que muestran su sonrisa, mientras hacen extensivos sus deseos que se fortalecen con su trabajo grupal, ponen su mayor empeño en el progreso, y siembran semillas de vida en una tierra productiva que promete un futuro mejor.
Cuando se tiene una segunda oportunidad para poder seguir respirando en su tierra la aprovechan con ahínco para hamacarse en vientos de paz y alegría.
Los Montes de María, una región natural que invita a participar activamente de sus riquezas naturales para convertirse en epicentro de un paraíso de regocijo para su gente, se encuentra ubicada en la parte central de los departamentos de Bolívar y Sucre en la región Caribe de Colombia, integrados por 15 municipios, 7 del Departamento de Bolivar (Maria la baja, San Juan de Nepomuceno, San Jacinto, Córdoba, El Guamo y Zambrano) y 8 del Departamento de Sucre (Ovejas, Chalán, Colosó, Morroa, Los Palmitos, San Onofre, San Antonio de Palmito, Tolúviejo y Carmen de Bolívar).
Los municipios de Corozal y Sincelejo considerados áreas de influencia regional de los Montes de María, ofrecen, actualmente después de haber padecido años turbulentos de violencia y masacres, prosperidad, abundancia por sus tierras fértiles, frutos como el aguacate, millo, maíz, ajonjolí, yuca, ñame, pesca, artesanías, ganadería extensiva, explotación de madera, mangles, paisajes marítimos y una gama de posibilidades ecoturísticas y de recursos costeros.
Meter la mano por parte del Estado, una mano limpia, abierta, exenta de sacar ventaja para unos pocos, donde gobernantes, alcaldes, personeros, industriales, empresa privada y todo aquel que quiera y pueda hacerlo enarbolen la bandera de nuestra nación en pro de rescatar una zona que, aunque ha vivido la violencia, está llena de recursos naturales y de la riqueza humana de sus nativos: campesinos y gente pujante que desean erradicar todo lo negativo que ha ensombrecido sus vidas, para buscar la tranquilidad y prosperidad de su región y de sus familias.
El Estado tiene la obligación y debe apuntarle a las necesidades específicas como lo son las vías de acceso pavimentadas, escuelas con la cantidad de profesores suficientes, puestos de salud con sus respectivos médicos, agua potable para todos los municipios y fincas, fluido eléctrico, parcelación a los campesinos con escrituras en mano porque sus moradores, después de este proceso de destierro, entierro y desentierro no cuentan con recursos para hacer estas inversiones, cuando apurados tienen para cumplir la obligación del sustento para sus familias.
La responsabilidad de los gobiernos Nacional, Departamental y Municipal es grande. El mismo estado de derecho debe dar garantías a sus habitantes para que aprovechando todos los recursos naturales pueda avanzar en el desarrollo de la región.
El padre Rafa Castillo, su equipo humano y los invitados
“Cuando alguien viene a mi casa no solamente me hace sentir contento sino que me está diciendo: usted cuenta para nosotros”, palabras de bienvenida pronunciadas con fervor y honestidad por el Padre Rafa al director del periódico El Universal y a algunos de sus columnistas. Todos guardamos silencio, vigilantes y expectantes por la agenda de trabajo que nos tenían preparada para escuchar los testimonios de gente que siente la necesidad del afecto, del compartir y de manifestar sus inquietudes, para que estas se multipliquen y se esparzan por la faz de la tierra como salmos de alabanza confiando en que sus anhelos se hagan realidad.
El Padre Rafa hace una pausa, pasea la mirada sobre todos nosotros y continúa charlando, “no sólo es el Director, no son los columnistas, es todo lo que hay detrás del quehacer comunicacional que se produce en todo esto, para nosotros es de mucha alegría esta visita, le vamos a sacar el mayor provecho ¿verdad?”
“Seguir posicionando a los Montes de Maria es la meta. Todos conocen que nosotros tenemos buenas intenciones, buena voluntad, pero para lograrlo se necesitan más que las ganas. Hay que saber aprovechar por ejemplo el aporte del sector empresarial, desde todo lo que pueda significar el marketing territorial para nosotros. Existen muchas dinámicas sociales en donde no queremos sustituir al Estado, pero tampoco queremos actuar sin él, porque creemos que la raíz de muchas cosas fue el vacío-Estado y la apuesta hoy por hoy es esa: tener más institucionalidad, buen gobierno. Tenemos en este momento algunas dificultades serias, por ejemplo el tema de la salud y la educación. Queremos que haya gente que técnicamente y políticamente nos pueda orientar y ayudar para ir materializando esos sueños por los que pasa la esperanza de los Montes de Maria, esa es la idea, así lo estimo yo y les aseguro que va a ser más interesante escuchar los testimonios de la gente”.
Ruta por la vida
Llegamos a la sede de la fundación Leopoldo Lascarro, mi corazón se aceleraba en la medida en que todos los integrantes de la red Montemariana y Ruta por la Vida se iban presentando uno a uno para luego dar a conocer sus testimonios de una manera serena. Lo que más llamó mi atención fue observar los rostros de cada uno en medio del calor de la mañana y de una oscuridad que parecía haber desaparecido por las mismas ganas y voluntad de lograrlo. Evoqué entonces una frase que alguna vez leí “el dolor, de tanto doler hay un momento en que ya no duele”. Leímos al unísono la Oración por la Paz en los Montes de María y en la medida que lo íbamos haciendo se sintió en su último párrafo la fuerza de la petición “Concede a nuestro tiempo días de paz./Nunca más la guerra, espiral de luto y de violencia./ Amenaza para tus criaturas./ Amén”.
¿Cómo vemos a los Montes de María en estos momentos? Testimonios
La nobleza de las palabras de Juana me hizo sentir que la esencia de los seres humanos es inexplicable cuando su fin primordial es limpiar el camino de resquemores. Con micrófono en mano comienza a agradecernos a todos por el enfoque que daríamos a esos testimonios que “fuera a hablar de la parte positiva”, lo que se está viviendo en estos momentos y no el fantasma de la desgracia.
“Existe el equilibrio”, fueron sus palabras de entrada, “a veces para que surjan las cosas buenas, para que nos podamos corregir y buscar en los horizontes, tenemos que tropezar, y cuando una tropieza y vuelve a pasar, sabe, que allí me tropecé y me doblé una uña. No es que la guerra y la violencia estén bien vistas, en lo absoluto, pero a veces gracias a los maltratos y las desgracias (en este caso injustificadas), entonces, allí despierta una. Nosotras como mujeres por ejemplo, nos dimos cuenta de que existen unos derechos y en mi papel de mujer he aprendido a raíz de estar organizada, a que el patriarcado donde el hombre mandaba ya no existe, por eso le doy gracias a las Organizaciones en las cuales he participado y que me han educado en ese sentido. Me eduqué académicamente, pero esto ha sido la universidad de la vida de una manera teórica-práctica y ahora las mujeres de los Montes de María, somos más luchadoras. Recordando a Manuelita Sáenz, Policarpa, ya nos atrevernos en cualquier auditorio a exponer nuestras ideas y nuestra calidad de mujeres, nosotras somos valiosas, pues a muchas les tocó levantar solas a cuatro hijos o más cuando sus maridos fueron asesinados vilmente. Ahora trabajamos más unidas que nunca para sacar adelante con dignidad a nuestra región, para que día a día el progreso se vea y podamos disfrutarlo con gallardía de una manera pacífica”.
Cedió la palabra a Diana Luz, quién hace hincapié en aclarar “que cada organización tiene un punto de vista de cómo ver a los Montes de María hoy, ya que desde el punto de vista ético-cristiano se puede decir que para que el labrador vea los frutos y los pueda disfrutar debe trabajar primero y cuando ve la tierra, puede encontrarse con las mapanás, las culebras, entonces debe limpiar el terreno y solamente cuando se para y ve todas las matas de tuna, los montes, él no piensa en las avispas que puedan picarlo, él precisa más allá, en ese cultivo que va a sembrar, en los recursos que eso le va a generar y posteriormente como lo va a invertir en su familia”.
Convencida de lo que está hablando, Diana Luz dice unas frases que pueden convertirse en máximas: “La visión estuvo en el corazón de la gente” y “Montes de María puede ser un lugar de refrigerio y de paz”.
“Sí”, continúa diciendo, “paz de descanso. Que se pueda caminar por todos sus montes sin el riesgo y el miedo.
Podemos llegar a la conclusión de que en estos momentos se ha generado un empoderamiento desde las bases, hace cinco años para acá. Estamos seguros que sí existe gobernanza local. A través de las comunidades organizadas podemos tener una incidencia hacia lo político que es lo que nos falta en gran parte de los municipios”.
José Elías hace su intervención “le damos gracias al periódico El Universal porque los demás no hacen acto de presencia, principalmente porque esta es una zona olvidada. Nosotros sufrimos el flagelo de la violencia y podríamos decir que los Montes de María son casi la madre de media Colombia y el exterior porque son los que dan el fruto que producen, pero no se tienen muy en cuenta ¿por qué será? Porque quizás aquellos gobernantes que siempre vienen a recoger esos frutos como lo es el sufragio en las votaciones, únicamente piensan para sí y no en el Carmen de Bolívar por ejemplo que es quien les da a ellos la curul. Estábamos secuestrados a pesar de encontrarnos en el pueblo, a pesar de que no fuimos a la montaña, a la selva, ya que nos daba temor salir después de las seis de la tarde porque quizás no regresaríamos nunca más.
Hoy en algunos aspectos seguimos siendo desdichados, creo que el Carmen es el pueblo más anciano del departamento de Bolívar y mire, ni siquiera tenemos agua; la misericordia de nuestro Padre Celestial es la única que nos manda el agua y no es que estemos olvidados porque yo sé que en estos días algo bueno va a pasar, lo que siempre hemos esperado.
Que Dios bendiga a la Red de Paz y a todas las personas que tienen el deseo de que este pueblo surja para que nosotros los que hacemos el esfuerzo no encontremos como se diría vulgarmente las talanqueras”.
Julio, un líder joven nacido en Chengue, toma también el micrófono y nos explica “que el tiempo de la región Montes de María, podemos dividirlo en tres etapas: la primera, las décadas de los 60 hasta los 80, aunque no había nacido, la historia me respalda. Esa época era de prosperidad, abundancia, las tierras fértiles, los frutos por montón: aguacate, millo, maíz, ajonjolí, yuca, ñame, pesca. La segunda etapa de los 80 a los 90 arreció la violencia, silenciaron nuestras voces, asesinaron nuestras expectativas y coartaron nuestra libertad de expresión. La tercera etapa del 2.000 en adelante, donde volvimos a revivir, quizás en ese renacer teníamos la chispita ahí con ganas de arrancar, hasta que apareció el motor de arranque, el que nos dio la movilidad como ha sido el Programa de Desarrollo y Paz de los Montes de María. Más que tener expectativas, algunas ya se han hecho realidad, hemos ido mucho más allá, aunque decir que hoy hemos logrado el 100% sería falso, pero tuvimos algo muy importante: el atrevimiento y la osadía para salir adelante. Es una zona mirando a futuro y aquellos políticos que nos pasaban por encima fácilmente, aunque todavía nos pasan, ya no es tan fácil, ahora le estamos poniendo el verdadero empeño para lograr ser personas autónomas. Guerreras, en la construcción de una mejor vida y con el único interés de alcanzar el progreso”.
Jesús, nos cuenta de la voluntad de la misma comunidad y la oportunidad de “… “gozarnos caras alegres en cada esquina”, como dice la canción. Nos hemos puesto a la tarea de seguir adelante, seguir construyendo el tejido social de nuestras comunidades, de poder confiar entre nosotros mismos”.
Después de un día de trabajo, de conocer y escuchar a los campesinos de la finca Nueva Esperanza (antes la Mala Noche), donde tristemente nos cuentan que a pesar de estar parcelados físicamente, aún no se encuentran las tierras escrituradas a su nombre y eso es una gran preocupación para ellos, porque lo más importante es sentir la seguridad de que en el día a día cuando aran su tierra encuentren en sus frutos la seguridad de su futuro en sus propiedades.
Estuvimos reunidos con los miembros del Proceso Estratégico Territorial de la Agenda Democrática Montemariana y en horas de la tarde con los integrantes del Proceso Estratégico Troja de la Ecoproductividad en San Juan de Nepomuceno.
Un leve adiós, un verdadero compromiso.
En la última reunión, el padre Rafa, quién es admirado y respetado por todos, como un hombre de corazón sin límites, comprometido no sólo de entrañas, sino con su vida misma, dice unas palabras en donde nos motiva a todos los invitados y la gente de los Montes de María a continuar por el camino de la construcción en la dignidad, en la sensatez y proyección hacia la consecución de una vida mejor y llena de posibilidades y oportunidades.
“Hace cuatro años nos dice yo no tenía Consejos Territoriales, no tenía una Red de Personeros, no existía el hábito democrático de hacer rendición de cuentas: esto no es oprimir el botón y sacar la cocacola, estamos en una nueva cultura política, estamos queriendo cambiar los vicios existentes y cambiarlos de raíz, hay que animarse para eso. Los que siembran en minutos, no tienen la paciencia para sembrar árboles y puede que de pronto no nos sentemos a la sombra de ese árbol, sin embargo en esa siembra de paciencia nos queda la claridad de que todo confluye en el buen gobierno para lograr una buena política para de una vez por todas patentizar el estado social de derecho”.
El Padre Rafa, se despide de nosotros rápidamente y nos dice, con una sonrisa llena de gratitud, que en el camino de vuelta a Cartagena vayamos rumiando lenta y pausadamente toda esa agenda realizada en el día, porque en nuestras manos, como comunicadores comprometidos nos queda lo vivido para compartirlo y darlo a conocer.
Hasta luego, se le escucha decir con prisa y en voz alta, a las seis en punto tengo el compromiso con mis feligreses que me esperan para la misa. Gracias,
NOTA: Los nombres de las personas que nos cuentan sus experiencias han sido cambiados por petición de ellos mismos.